El hogar, en este caso, es una expansión del paisaje hacia el interior y de la vida doméstica hacia el exterior. Los espacios intermedios que definen los porches, se convierten en lugares para permanecer en exteriores con sombra cercanos a vegetación que crean un paisaje domesticado para la vida cotidiana y el evento en ámbitos abiertos -cubiertos armados por un suelo elevado y aleros proyectados hacia afuera de los paramentos de las fachadas que albergan la vida interior. Las fachadas además permiten aperturas de los espacios principales hacia estos espacios “umbral” construidos entre el adentro y el afuera.
FLEXIBILIDAD Y SENCILLEZ COMPOSITIVA
Se convierte en un lugar flexible que permite ser colonizado de diferentes maneras, pero siempre garantizando esos vínculos con el horizonte, el viento, la vegetación y resguardando de la radiación directa, la lluvia y la inclemencia del clima en ciertos periodos. Los servicios concentrados en un punto, reducen la presencia de redes y sirve de elemento de relación con el acceso y la vida más pública de una eventual agrupación futura.
CONSCIENCIA TEMPORAL. CRECIMIENTO Y CLIMA
Se trata de un suelo levantado para alejarse de la humedad y lograr mejor ventilación adentro cubierto en cielo establecido por un plano inclinado que busca la convección natural y forzar la ventilación cruzada de las envolventes porosas. El porche, entendido como espacio de expansión, es también el espacio que organiza el crecimiento futuro y la vida familiar cuando ésta se conecta con la vida vecinal. Es un espacio de encuentro estando afuera, pero resguardado de la intemperie.
El crecimiento de la vivienda busca ser organizado dentro de un mismo perímetro definido desde el inicio, de modo que el loteo que se haga para la agrupación no tenga mayores cambios en el tiempo.
SENCILLEZ CONSTRUCTIVA Y HABITABILIDAD
La materialidad deviene de entender la facilidad de prefabricación de ciertas partes, el transporte, un fácil montaje, el impacto ambiental en términos de huella de carbono y el comportamiento al clima y las condiciones locales de geografía, clima y cultura. Por tal razón se escoge la madera como material principal, dado que está en la forma misma de habitar del sitio, es CO2 negativo (es decir que no genera sino que atrapa CO2), es liviano, permite un fácil transporte y prefabricación en lugares que garanticen la calidad del tratamiento de la maderas y las uniones de la misma y a la vez permite una obra seca y sencilla que en el periodo de ocupación requiere un cierto mantenimiento y cuidado pero puede lograrse con una debida pedagogía previa a la entrega del inmueble. Adicionalmente, la madera es un material que respira, es orgánico y facilita los sistemas de protección solar y enfriamiento pasivo por convección y ventilación cruzada requeridos en este clima. Finalmente se debe fundir un piso que garantice permanencia en el tiempo y estabilidad del conjunto y una cubierta que aísle térmica y acústicamente las condiciones del entorno, además de volar para proteger el agua, generar sombra en los planos verticales, facilita la entrada de aire frío (previamente enfriado por zonas de sombra generadas por vegetación dispuesta en el contorno de lo volúmenes) y la inclinación y forma del plano de cubierta es a la vez aleros y una chimenea permanente que conduce el aire caliente por las zonas superiores generando movimiento constante al interior y con ellos renovación y enfriamiento.