“El proyecto consiste en quitarle un espacio a los autos para cederlo a los humanos y sus actividades”. Es una banca, un escenario para el evento y la cotidianidad. Un marco para la naturaleza y un ritmo para el emplazamiento y el desplazamiento de los hombres.
Es una plaza que quita la vía actual para generar un espacio deprimido 1.2m que da más presencia ala arquitectura y el paisaje del lugar, El cerro del “Majuy”, se vuelve el elemento de mayor presencia, resaltado por una circunferencia que asume el cambio de nivel y permite tener un acceso a los edificios perimetrales y un centro flexible que se adapta a las cambiantes actividades del evento. Así mismo marca los tiempos atmosféricos y cronológicos, marcados por la proyección de la sombra de la torre de la iglesia que puesta en relación con el centro de la plaza actúa como un reloj solar, mientras que en épocas de lluvias recoge las aguas lluvias en un plaza que se vuelve un lago.
Co- Diseño. Mauricio Pinilla, Felipe Bermúdez, María Luisa Vela.
Colaboradores. Adriana Piragauta.